Ciudad del Vaticano.- (Redacción/ Agencias) El Papa Francisco llamó a los católicos de Latinoamérica y el Caribe a celebrar y defender su diversidad.También, dijo este martes que el rostro de la Iglesia católica es indígena, mestizo y negro.
Francisco ofició una misa especial para celebrar a la Virgen de Guadalupe, la virgen mestiza que la tradición católica dice se le apareció a un indígena en el siglo XVI en México y que es especialmente importante para los católicos latinoamericanos, incluyendo al Pontífice de origen argentino.
El primer Papa de Latinoamérica continuó una tradición iniciada por su predecesor Benedicto XVI de celebrar una misa especial el Día de la Virgen de Guadalupe, reconociendo que la zona representa 40 por ciento de los católicos en el mundo.Además, que México y Brasil siguen siendo las naciones con más católicos.
En su homilía, el Papa expresó que los pueblos indígenas, las mujeres, los migrantes y los desempleados a menudo no son tratados con la dignidad que merecen. Pidió a los fieles no sólo cultivar sus diversas culturas, sino defenderlas “valientemente” ante la homogenización que trata de imponer una única manera de pensar.
La misa de hoy fue más tradicional, aunque Francisco, que usualmente no canta, cantó las palabras finales del himno a “La Guadalupana”.
De acuerdo con la tradición, le Virgen de Guadalupe se le apareció al indio Juan Diego en 1531 en el cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México, cerca de donde los aztecas veneraban a una diosa y su imagen quedó milagrosamente impresa en su huipil.
La imagen ayudó a los sacerdotes a inculcar el catolicismo entre los indígenas durante la colonia española y posteriormente la Iglesia nombró a Guadalupe patrona de todo el continente.
Juan Diego fue canonizado como el primer indio santo en 2002, durante el papado de Juan Pablo II.